Autoevaluación docente

La autoevaluación docente es un proceso reflexivo en el cual los profesores analizan y valoran de manera crítica sus propias prácticas educativas, con el fin de identificar áreas de mejora, fortalezas y debilidades. Este ejercicio promueve el crecimiento profesional, fomenta el desarrollo de competencias pedagógicas y refuerza el compromiso con la mejora continua en la enseñanza.

A continuación, algunos elementos clave que estructuran la autoevaluación docente:

La autoevaluación invita al docente a examinar sus métodos de enseñanza, estrategias didácticas, interacción con los estudiantes y el impacto de su labor en el aprendizaje. Esto incluye evaluar tanto las actividades en el aula como las formas de evaluación y retroalimentación.

Se visualiza el nivel de dominio de las áreas de desarrollo docente, así como las propias capacidades y conocimientos en áreas específicas, como pueden ser el dominio de la materia, la capacidad de motivar a los estudiantes, el uso de tecnologías educativas y la innovación pedagógica, con el propósito de identificar áreas de mejora.

Permite también que el docente, en este proceso reflexivo contraste los resultados obtenidos del sondeo de la opinión docente en la opinión de los alumnos y establezca una correlación de estos con las prácticas docentes, pudiendo elaborar de esta manera un plan de acción que lo lleve a mejorar la propia práctica dentro del aula. Es importante que el docente se pregunte si los estudiantes alcanzaron los objetivos de aprendizaje y en qué medida las estrategias aplicadas contribuyen a dichos resultados.

La autoevaluación debe culminar con la definición de áreas de mejora y el establecimiento de metas de desarrollo profesional, que pueden incluir la búsqueda de nuevas metodologías, formación continua o la incorporación de innovaciones tecnológicas en el aula, ya sea dentro del Programa Flexible de Formación y Desarrollo Docente, o algún otro programa afín a su función.

La autoevaluación docente se fundamenta en teorías de la metacognición y el aprendizaje autorregulado, donde el docente toma un rol activo en su proceso de mejora, alineándose con modelos de formación continua, como lo sugiere Schön (1983) en su concepto de “profesional reflexivo”. Esto es esencial en el contexto de la profesionalización docente y la búsqueda de excelencia educativa.

Contáctanos

Lsc. Yaretxy Pelayo Lomelí

(686) 551-8236 Ext.43142 y 43140

Horario de Atención: Lunes a Viernes, de 9:00 a 18:00 horas

Scroll al inicio